miércoles, 21 de enero de 2009

Si hablamos de crédito también hay que hablar de Hacienda y Fiscalidad. En la Edad Moderna las haciendas y la Hacienda Real funcionaban de un modo diferente a la actualidad.
En la Edad Moderna el elemento principal es el gasto. La monarquía gastaba y luego recuparaba el dinero. Lo primero que tenía que hacer era satisfacer los pagos. Si la monarquía efectúa pagos sin recaudar dinero, tenía que recurrir al crédito = deuda.
El Estado tenía que recurrir a la deuda porque estos gastos superaban a los ingresos debido a una mala fiscalidad. Recurrir al crédito formaba parte de la estructura económica de la Edad Modena.
Los ingresos tenían otro rol y era el de constituir una garantía para el crédito (Alcabala, I.V.A actual).
La deuda resultante de pedir dinnero adelantado era de dos tipos:

Deuda flotante: aquella que está vinculada a los préstamos, asientos. Consiste que el Rey solicita dinero a unos mercaderes y a cambio se compromet a devolverlo con un interés en un plazo determinado de tiempo. Se trataba de una deuda con intereses bastante altos.

Deuda consolidada: Es fundamental en el Antiguo Régimen. En el caso español son los Juros, en el caso flamenco las rentes , en Inglaterra los bonos, y en Francia las rentes sur l`hotel y rentes de ville. La deuda consolidada consistía en la acción de aportar un dinero y a cambio las haciendas reales se comprometían a devolverlo en un largo período de tiempo. Este tipo de deuda va a estar muy extendida durante los siglos XVI, XVII y XVIII.(Actuales bonos del Estado). Los intereses eran bastante más bajos que los de la deuda flotante.
Los Asentistas eran grandes prestamista de la Hacienda Real. Un asiento era el convenio entre la Corona y un particular, por el cual se arrendaba na detrminada explotación , en régimen de concesión monopolista. Esta concesió se aplicaba, por ejeplo a la explotación negrera, (asiento de negros).
Emisión de la deuda consolidida, por ejemplo Gran Bretaña, su sistema fiscal arranca a partir de la Gloriosa Revolución de 1868. El Rey y el Parlamento se comprometen al pago. Los pagos tenían una perioricidad estipulada.
Estas características se corresponderíancon seguridad y pago.
La modernización de los sistemas fiscales nace de la deuda y el crédito. Con esto podemos afirmar que el endeudamiento no era tan negativo.
La letra de cambio nace en el S:XII-XIV, en el norte de Italia.
Dador------------Tomador
Benificiario-----Librado
Ej: Una persona, en Medina del Campo, compra un tapíz flamenco, una posibilidad sería enviar el dinero, cosa que era un poco ariesgada, el dador expide la letra de cambio en Medina al tomador(banquero). Este banquero/mercader tiene un beneficiario que es correspondiente en Amberes,le envia la letra de cambio y su corresponiente paga al vendedor(con dinero de Amberes).
En dicho papel tiene la orden de pagar a 30, 60,... dias el dienro estipulado (las plazas coincidían con las ferias). El dador no expedía una única letra de cambio, sino varias por si surgía algún problema. El tomador lo enviaba por diferentes rutas. El dador sabía que se había efectuado el pago con la operación de retorno librado, emitiendo una carta depago (recibí), en el momento de recibir el dinero. El beneficiario envía varias copias al tomador y éste se lo entrega al dador y en ese momento el dador paga.
A veces, el dador entrega dinero a modo de fianza. Lo que paga el dador no es única y exclusivamente el precio de la venta sino también los costes añadidos.
La letra de cambio esconde tres operaciones:
1. Operación de transferencia de capital.
2.Operación de crédito.
3.Operación de cambio de moneda (en el caso de operaciones internacionales).
La letra de cambio no era barta, pero sí posibilitaba estas transacciones.
El dador tendrá que presentar abalistas. Todo esto admite tantas complicaciones como quisiéramos.
La letra de cambio se podía endosar (ceder a favor una letra de cambio u otro documento de crédito expedido, haciéndolo así constar al respaldo o dorso).
El librado sabe que en los días estipulados recibiría un pago, en un año o dos recibiría todo el dinero del tapíz. Con el endoso el librado podía disfrutar de ese tapíz.
La banca pública estaba relacionada con la intervención política. Ej: Banco de S. Gorgio.
La banca de Corte se io en Castilla, propia de los RR.CC. Banqueros importantes acompañaban a la Corte y cuando necesitaban un dinero se lo adelantaban. El diner era casi siempre para gastos de ropa, productos alimenticios, objetos litúrgicos,...
No se sabe bien cuando desapareció este tipo de banco, per se cree que fue al hacerse la Corte sedentaria.
Además de estos dos tipos van a existir bancas privadas. Los bancos, salvo los públicos, no solían ser instituciones, se identificaba al banco con el nombre del titular.
El cambio es una operación finaniera, depósito,..Los fondos de los banqueros procedían de diferentes fuentes, por ejemplo, depósitos particulares.
En la cúspide del mundo bancario encontramoslas ferias. El mundo rural tambien paricipaba en el mundo bancario.
En el S:XVII todo se va complicando con la bolsa de valores, acciones,... y en el S:XVIII se rea el Banco de San Carlos.

LA BANCA Y LA HACIENDA EN LA EAD MODERNA

Sin una pequeña revolución financiera no hubiera sido posible el desarrollo económico europeo.Lo que propició al desarrollo de la banca.
Esto fue posible por la expansión comerial y la extensión de los medios de pago: en metálico y con letras de cambio.
Es evidente, que el aumento de transacciones fue posible, aparte de la llegada de oro y plata, por la extensión de medis de pago no monetario: letra de cambio. Paa que existan dichas letras de cambio tiene que exstir un espacio europeo.
En Europa, en el S:XVI van a nacer una serie de plazas financieras organizadas en ferias. Las ferias, períodos en las que en una ciudad determinada se reunían mercaderes, banqueros,...dandose lugar a la transacción de mercancías.
Se denominaban "Ferias de Mercadurías" en el medievo, y, ya en la modernidad se denominaban "Ferias de Cambio". A partir del S:XV estas ferias implican cuestiones financieras especializadas. Ejemplos de ferias: Medina del Campo, Brujas, Amberes, Lion. En el S:XVI Amberes sufrió un saqueo por parte de Monarquía Hispánica y fue sustituida por Amsterdam. En el S:XVII Londres se presenta como gran mercado financiero. Y Medina del Campo le cederá terreno a Madrid.
Las ferias estaban organizadas para que los pagos pudieran escalonarse y esto hizo que se produjese:
-Extrardinaria expansión de los intercambios comerciales.
-Proliferación de medios de pago monetario y no monetario.
-estableciminto de una red de ferias a nivel internacional.
Con ello se dio paso a una proliferación del mundo bancario. Dsde el S:XV se produce un ciclo expansivo de la economía, naciendo nuevas bancas, de tres tipos: públicas (norte de Italia), de Corte (Castilla) y particulares.

LA BANCA Y LA HACIENDA EN LA EAD MODERNA

jueves, 15 de enero de 2009

INDUSTRIA -modelo castellano-

Una diferencia notable entre la industria textil del siglo XVI frente a la del siglo XVII reside en que aquélla se muestra dispersa, heterogénea y con ritmos dispares; mientras, ésta última se presenta de un modo más acompasado, menos difusa y muy selectiva.

La tradicional idea que asocia una especial decadencia a la industria castellana, se encuentra, actualmente, en tela de juicio[1].

La producción lanera en España, ya en el primer tercio del siglo XV, era de importantes dimensiones como se ha puesto de manifiesto en el caso concreto de Cuenca. Para el siglo XVI, será Segovia la encargada de tomar el relevo y se erige en centro pañero caracterizado por sus productos de gran calidad, aunque hacia 1590 se observa un colapso provocado por la llegada de productos más baratos.

La producción lanera es el verdadero motor de la economía urbana desde el período bajomedieval. En el desarrollo de algunos centros textiles, representa un papel predominante su emplazamiento geográfico, al estar inmersos o muy próximos a las grandes cañadas de La Mesta, como era el caso de Ciudad Real, que no tenía apenas producción textil anterior al siglo XV, y a finales de esa misma centuria produce unos paños superiores a los de Córdoba y competitivos con los ingleses.

Será desde principios del siglo XVI, iniciada la colonización antillana, cuando la industria castellana en general y la lanera en particular, experimenten un desarrollo que se había ido asentando, paulatinamente, en las décadas precedentes y que llegará a su máximo esplendor en 1550.

A lo largo del siglo, sin embargo, por la imposibilidad de abastecer por sí sola a la demanda creciente, se tuvo que recurrir a importaciones extranjeras, estimulándolas en detrimento de la industria nacional.

Finalmente, tras las pérdidas del control del mar y el colapso de las exportaciones hacia los Países Bajos, e inmediatamente el cambio de la coyuntura hacia 1580, provocaron la crítica situación de la que sólo pudieron subsistir, por la inercia, algunos centros como Segovia, Cuenca o Toledo. Pero era insuficiente para satisfacer la demanda de las clases acomodadas. La solución sería la importación del producto manufacturado.

Naturalmente, no es sólo lana el único producto que consume el hombre. Bien de origen animal, bien de origen vegetal, demanda artículos de seda.

La industria de la seda se desarrolla en los países mediterráneos porque su situación geográfica les hace heredar los usos musulmanes. En este sentido, Granada y Valencia, durante el siglo XVI, se presentan como centros muy importantes en este tipo de industria, y Murcia a finales del siglo XVII. Se debe destacar el acontecimiento de la rebelión de los pueblos de la Alpujarra, cuando se produce la expulsión de los moriscos, que mermaría esta industria debido a que éstos suponían una mano de obra barata y eficiente.

Según se incrementa su consumo, aumenta su relevancia económica, y con ella, su control fiscal, que se introduce desde la propia recogida a la posterior venta, llegando a existir un impuesto conocido como la renta de la seda de Granada.

La minería, al igual que sucede con la industria lanera, tiene un interés local que marcará la estructura económica europea a lo largo del siglo XVI, sobre todo la industria férrica.

En el caso de España, se concentra en el País Vasco –minas de Somorrostro, Bilbao—, y adquiere un fuerte impulso que será clave hasta la finalidad.

En lo referido a los derechos de propiedad sobre las minas, el caos era la nota predominante, ya que, donde se alzara un Estado fuerte, la Corona se reservaba el derecho de propiedad y la cesión de la explotación, como venía sucediendo en Castilla desde el siglo XIII.

El hierro tenía como habitual sistema de trabajo la forja, aunque los altos hornos se conocían desde el siglo XIV, éstos no comienzan a generalizarse hasta el siglo XVI. En aquellas regiones en las que se desarrollaron altos hornos, debido a la necesidad de inversión, acabarían siendo los mercaderes-prestamistas quienes se apoderaron del control de su producción, puesto que eran quienes adelantaban el capital requerido para la construcción de las nuevas instalaciones[2].

Otros minerales como el azogue –mercurio—, cuya importancia era vital en el proceso de extracción de la plata tenía como yacimiento más destacado las minas de Almadén[3]. Su importancia económica se debe al descubrimiento que con su uso, a través de la técnica de la amalgama, se separaba más fácilmente el metal de la plata de su mineral.

Otro ejemplo lo constituye el estaño que, con un enorme uso doméstico, contaba con una ventaja con respecto a otros minerales: se explotaba a cielo abierto, con lo que las necesidades de inversiones eran menores que en las minas hubieran que abrir galerías. En cambio, como dato contraproducente, en el momento en el que se agotaba el filón, se abandonaba la explotación.

A principios del siglo XVI se usan otros minerales con fines suntuarios-industriales. Este es el caso del cobalto, utilizado para teñir, o el alumbre, un sulfato de color blanco empleado en las tinturas textiles. Las minas de Mazarrón, son el yacimiento más destacado donde se trabaja la industria de estos minerales, las cuales se encontraban en manos de particulares, como la conocida familia Fajardo.

La nobleza tiene un papel activo en la vida económica, al contrario de lo que se puede pensar; a pesar de ello, podía darse de una forma indirecta su participación.

La producción de cobre se localiza en las famosas minas de Riotinto. La industria notable de la orfebrería –oro y plata— cuenta con un fuerte impulso impuesto por la Iglesia, principal y gran consumidor de esta industria.

La construcción experimenta un destacado empujón en el siglo XVI: palacios, conventos, incremento de viviendas de particulares debido al proceso de urbanización y al aumento demográfico, constituyendo un estímulo económico este sector.

Por último, la fabricación de armas se encontraba en manos de particulares vigilados por empresarios[4]. Aquí, se aprecia una notoria presencia del domestic system con una intervención por parte de la Corona, como en el caso de Placencia –País Vasco—, convertida en Real Fábrica.

En definitiva, podemos afirmar que se trata de una época de auge, salvo el sector textil –actualmente se está revisando— que entró en declive.

Por último, señalar que el modelo francés fue el ejemplo más significativo de intervencionismo, tanto en las asociaciones gremiales como en otros modelos de organización.

[1] Como así queda demostrado en el artículo de ÁLVAREZ NOGAL, C. y PRADOS DE LA ESCOSURA, L.: La decadencia castellana en la Edad Moderna.
[2] ALVAR EZQUERRA, A.: La economía europea en el siglo XVI; Madrid, Síntesis, 1991.
[3] Gestionadas por los Függer como garantía de préstamo. Esto se conoce como consignación de préstamos.
[4] Existencia de unos personajes, los pelaires, que actúan a modo de empresario-mercader dirigiendo el domestic system.

miércoles, 14 de enero de 2009

INDUSTRIA -modelo británico-

El estado de la cuestión sobre la Revolución Industrial ha variado notablemente con respecto a los años ’60-’70 del siglo XX, cuando se tomaba como punto de partida, desde el siglo XIX, el mundo fabril. Actualmente, se observa una mayor complejidad, al tener en cuenta los precedentes establecidos por el domestic system, en cuanto a los modelos de crecimiento económico.

La industrialización siguió un modelo muy irregular tanto en el desarrollo regional como a escala sectorial, dentro de la propia economía. El crecimiento de la industria británica, para el siglo XVIII, se produjo tanto en el marco de la manufactura artesanal y casera, como en el de las nuevas fábricas y talleres mecanizados.

Valoraciones más recientes ponen de manifiesto que el crecimiento fue más pausado pero, a su vez, más firme de lo que se pensaba en estudios anteriores. Si damos crédito al conjunto de los datos –atendiendo a parámetros tales como la producción total, la población o la producción agrícola—, la mayor parte del siglo XVIII se representa como un período de escaso cambio[1].

Cuando se requieren especializaciones, el empresario o, incluso, la propia Corona las concentran en un mismo espacio –esta idea tiene su germen en Flandes y en la Florencia medieval, generalizándose a partir de 1500—, aglutinando distintos modos de producción lo que equivale a una notable diferencia con respecto al domestic system, y no sólo constituye un ámbito económico sino que generan un marco de sociabilidad.

Las fábricas, obviamente, no se limitaban a la industria textil; también se fundan altos hornos que traen consigo una novedad técnica importante, ya que facilita el trabajo del hierro de un modo más eficiente. Se debe señalar, en este punto, la explotación de las minas de plata del Tirol, donde se emplean casi 7.000 trabajadores ya en el siglo XVII; aunque el caso más excepcional es el representado por las minas de Potosí, que contaba con una población cercana a los 100.000 habitantes y la gran mayoría participaban en la explotación de dichas minas.

Es evidente, por otra parte, que el gran trío de la Revolución Industrial –algodón, hierro e ingeniería— representaba una mínima parte de la industria y producía, solamente, una cuarta parte de las manufacturas británicas; mientras que los antiguos procesos agrícolas –molienda, cocción, fabricación de la cerveza y destilación—, las industrias textiles tradicionales y el tratamiento del cuero producían unos ingresos superiores que los producidos por las industrias tecnológicamente más avanzadas. Lo que indica la especial relevancia que mantienen la agricultura y la ganadería como sectores complementarios a la producción industrial.

De cualquier modo, para quien estudia la Historia económica y social, la Revolución Industrial se caracteriza por multitud de hechos nuevos que permiten una transición, en mayor o menor medida, rápida de la producción casera o en pequeños talleres –domestic system— a la producción en fábricas, donde se observa un paso de la manufactura a la maquino-factura[2].

El caso de Inglaterra se presenta muy significativo. Durante el siglo XVI, se manufacturarán dos tipos de lana: paños y estambrados –new draperies—. Los primeros, son tejidos muy finos de lana que dominaron el comercio durante la totalidad del siglo XVI. Los segundos, en cambio, son de peor calidad pero más asequibles en cuanto a precio, lo que les permite ir copando los mercados. Se debe recordar que en estos momentos se está sufriendo un alza en los precios que dificulta las condiciones de vida de la población.

Estos nuevos paños alcanzarán el Nuevo Mundo y se extienden por el Mediterráneo debido, principalmente, a su adaptabilidad al clima característico de estos lugares. Además, llegan al Norte, ya que cuentan con la ventaja de ser fácilmente modificables y poderse adaptar a climas más fríos.

Promovieron la dispersión geográfica, porque no necesitaban producirse en los lugares tradicionales y, por tanto, se podían establecer más cerca de los puntos de venta, lo que les hacía más dinámicos y suponía un descenso en los costes de transporte y, por consiguiente, una reducción de su coste abaratando su valor. En definitiva, se hacen asequibles.

Esta industria creció por el sureste inglés. En su fabricación tomaron parte muchos emigrantes procedentes de Flandes. La industria inglesa se vio favorecida por esta nueva rama lo que desembocó en la proliferación de este tipo de industrias, llegando a producirse el despegue de la industria inglesa.

Junto a este tipo de industria se dan otros sectores destacables como, por ejemplo, el de la construcción –promovido por los factores demográficos— que, a su vez, incide en otras ramas, como la fabricación del vidrio. Otro ejemplo notable lo representa el carbón –cuyo auge se da en el siglo XVII aunque se experimente ya desde el siglo precedente— que se dispara debido a la difusión y creación de altos hornos que requieren nuevas fuentes de energía.

[1] BERG, M: La era de las revoluciones, 1700-1820: una nueva historia de la revolución industrial británica; Barcelona, Crítica, 1987.
[2] CIPOLLA, C. M. (ed.): Historia económica de Europa; vol. III., La revolución industrial; Barcelona, Ariel, 1983.